Elbrus – 2005 – memoria

Por la noche nos quedamos conversando e intercambiando culturas. La cultura que más le gusto a Leo fue la del jamón de pata negra y el pan cateto que nos llevamos desde Málaga. Brindamos con Vodka por el jamón, y a dormir que mañana Leo no perdona.
Nos levantamos temprano, desayunamos y nos dice que vamos a hacer un trekking hacia otro valle.
Este valle esta al otro lado. Andamos por valle lleno de cascadas y nos volvemos a encontrar con presencia militar, siempre ahí controlando. Continuamos por el valle y nos metemos en un bosque donde empezamos a subir por un empinado sendero que no tiene descanso y así llegamos a un plato sobre los 3.200 metros donde hacemos una parada para la aclimatación para posteriormente continuar la subida hasta un plato que conduce al collado del Chot-Chat, desde allí tenemos una panorámica espectacular del valle, rodeados de montañas puntiagudas. El desnivel que hemos subido es de 1.500 metros así que decidimos disfrutar de las vistas un buen rato.
Al atardecer y tras otra “buena” jornada montañera volvemos al valle, para tomar la cena y descansar. Esa noche el guía nos dice que al día siguiente vamos a ir a ascender el Tyutyubashi de 4.460 mts de altura. Insistimos que debemos descansar por que si no vamos a acabar muertos y como sigamos así cuando llegue el día de ascender al Elbrus vamos a estar molidos; a lo que el responde”todos los días entrenamos””necesitamos crampones, piolets, cuerda…”.Nos dice que descansemos porque la jornada de mañana será dura. Nos indica que esa ruta se hace en dos días y la vamos a hacer en una. Nos echamos a temblar y nos acostamos.

Panorámica del Valle de Ullutau.

Las impresionantes grietas del Caucaso.