Aconcagua 2006

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El viernes 10 de Febrero por la mañana envueltos por el nerviosismo que todo viaje conlleva y tras revisar que todo esta en orden y no olvidamos nada, nos dirigimos hacia el aeropuerto de Málaga, David, Manolo y Yo, Ingrid, para embarcar en el vuelo que nos llevara hacia tierras argentinas. Después de muchas horas de vuelo, llegamos al aeropuerto de tan añorado país. Nuestro viaje parece que ha empezado bien hasta que, Aerolíneas Argentinas y el departamento de inmigración tratan de convertirlo en un fracaso. Inmigración nos informa que debemos salir de dicho aeropuerto y cuando salimos, aerolíneas nos informa que ya no podemos embarcar en el avion que nos llevaría a Mendoza desde allí, ya que según  inmigración, si sales del aeropuerto ya no puedes volver a entrar. Entonces,¿para que nos dicen que salgamos?.Alucinados por el cansancio y por lo que nos estaban diciendo decidimos quejarnos, pero el problema no acababa ahí, sino que los vuelos hacia Mendoza desde el otro Aeropuerto al que nos indicaban que teníamos que ir estaban completos. Tras poner las reclamaciones pertinentes y quejarnos durante horas, nos planteamos alquilar un coche pero,…sorpresa! ninguno traemos el carné de conducir. No sabemos que hacer ya que no podemos perder ningún día pues llevamos solo 18 días para intentar ascender el Aconcagua.

Aeropuerto de Málaga. Contentos, aun no habíamos topado con Aerolíneas Argentinas

Finalmente nos informan que si llegamos antes de las 4 a.m al otro aeropuerto y facturamos los primeros podemos tener suerte. Así que cogemos un taxi y nos dirigimos hacia el otro Aeropuerto. Finalmente la suerte está de nuestra parte. Llegamos a Mendoza a las 9 de la mañana donde nos esperan otros compañeros malagueños que llegaron una semana antes, ellos son: Kuko, Jose, Menu y Perez.

Tras contarles nuestras aventuras por los aeropuertos argentinos nos dirigimos(sin todavía haber pegado ojo) a hacer las compras para abastecernos de comida para los días sucesivos en la montaña. Cuando compramos,  nos dirigimos a el lugar donde vamos a alquilar las mulas para el porteo. Llevamos 540 kg en viveres!! lo que nos supone tener que alquilar 9 mulas.

El domingo 12 con todo preparado nos dirigimos a sacar los permisos de ascensión y entrada al parque. Estamos cansados, pues en menos de un dia hemos tenido que prepararlo todo debido a la escasez de tiempo para realizar nuestro viaje, pero estamos contentos porque al final todo va saliendo bien.

Al mediodía partimos hacia Penitentes, una estación de esquí a 2.500 mts, donde pasaremos la noche antes de dirigirnos al Parque. Cuando no llevamos mas de 30 minutos en la furgoneta tenemos que parar pues la furgoneta ha decidido que no puede mas, así que tenemos que cambiar de coche y como no mover los 540 Kg. que habíamos cargado. Por fin partimos. Tras 3 hr. de viaje llegamos a Penitentes y descargamos todos los víveres y el material que desde allí será porteado por las mulas hacia nuestro campamento base en Plaza de Mulas a 4.300 mts.

El día 13 llenos de entusiasmo y motivación llegamos al Parque Provincial del Aconcagua, donde pasaremos los sucesivos días hasta poder alcanzar nuestro objetivo, ascender el Monte Aconcagua de 6.962 mts de altura. Tras unas horas llegamos al campamento Confluencia situado a 3.300 mts, donde pasaremos un par de días para favorecer nuestra aclimatación en altura. Desde allí hacemos un trekking hacia plaza Francia situado a 4.200 mts. para ver como vamos funcionando en altura, un buen trekking para ir calentando  y como no para poder ver la espectacular cara sur del Aconcagua, una de las paredes más impresionantes y difíciles de escalar.

Cara Sur del Aconcagua

 

El día 15 salimos hacia Plaza de Mulas. El camino es largo, pero las ganas que tenemos por llegar hace que no parezca muy pesado. Lo peor de todo es cuando tenemos que atravesar Playa Ancha, una amplia quebrada de piedra que hace el camino menos ameno donde además hay que vadear y saltar ríos, pero el 1hr y media mas o menos, y con los tobillos doloridos por fin la abandonamos, para por fin mostrarse ante nosotros el pico de el cuernos que nos indica que el campamento ya esta mas cerca. Tras 6 hrs de marcha llegamos al campo base. El tiempo no es muy bueno así que nos disponemos a montar nuestro campamento rápidamente antes que empiece a nevar. Durante los dos días sucesivos nos quedamos en dicho campamento hasta que nuestro cuerpo va acostumbrándose a la altitud. Durante esos días el  tiempo no acompaña, caen fuertes nevadas y el viento es mas bien fuerte, así que nos preocupamos un poco pues los días van pasando y nos queda poco tiempo ya que el 28 tenemos que estar tomando el avión desde Buenos Aires para volver a España.

El sábado 18 amanece bueno así que decidimos dar un porteo al campo 1 “Canadá”, situado a 4.900 mts de altura, para montar el primer campamento de altura y para ir aclimatando. Por la tarde, después de haber estado varias horas en altitud bajamos para pasar la noche en el campo base. Al día siguiente nos lo tomamos sabático para descansar y poder atiborrarnos de patatas y huevos fritos con su correspondiente “picaillo” de tomates con atún, cebollita y aceitunas, todo un manjar en ese lugar, éramos la envidia del campo base.

 

 

 

Esas deliciosas comidas eran la antesala del hambre que pasaríamos posteriormente provocado por la saturación de sopas, galletas y barritas energéticas que acompañarían el resto de los días en los campamentos superiores.

        Campamento Canadá 4.900 mts.

El día 20 salimos hacia Canadá, donde dormiremos esa noche. El tiempo es inestable pero de momento nos deja continuar sin ningún problema. Al día siguiente se levanta un día  bastante bueno así que, viendo que hemos pasado buena noche en altitud y que el tiempo acompaña decidimos subir para montar el segundo campamento, llamado “Nido de Cóndores” y situado a 5.300 mts.
Durante el trayecto  el ritmo de marcha  es mas pausado ya que  la altitud va haciéndose notar, pero nos encontramos bien y bastante motivados.

Tras varias horas por fin alcanzamos dicho campamento, montamos nuestras tiendas y nos disponemos a hidratarnos y alimentarnos en lo posible y como no a disfrutar con los magníficos atardeceres que se contemplan desde este lugar. Cuando llega la noche la temperatura cae considerablemente, dentro de la tienda hace una temperatura de –9ºC. Nuestra tienda se convierte en una autentica nevera así que lo mejor es intentar dormir.

El día 21, tras haber pasado una buena noche, viendo que el tiempo es buenos y que solo nos quedan cuatros posible días para nuestro ataque a cumbre, David y yo decidimos subir  por la tarde a montar el ultimo campamento, llamado Berlín y situado a 5.900 mts. Nuestros compañeros Kuko, Menu y Pérez deciden que lo harán al día siguiente, pues ellos acaban de llegar ya que pasaron dos días en el campo 1.
David y yo tras montar la tienda y permanecer varias horas en Berlín para mejorar nuestra aclimatación, bajamos al Campo 2 para pasar la noche, con la idea de que al siguiente día subiríamos todos a Berlín para pasar allí la noche y posteriormente hacer el ataque a cumbre.
Todo marcha bien, pero por la noche empieza a entrar un viento que no es nada alentador, la temperatura baja bruscamente y el viento va haciéndose mas fuerte. Se levanta una fuerte ventisca que hace que nuestro descanso sea totalmente imposible. La temperatura baja a 15 grados bajo cero en el interior de la tienda. Tras una noche horrorosa y sin haber pegado ojo, cuando despertamos vemos que afuera hace un día infernal. El famoso y temido hongo se asienta sobre la cima del Aconcagua, nuestro campamento parece el polo norte, hace una ventisca grandísima que no te permite salir de la tienda y nos tememos lo peor. Nos informan que se ha metido lo que ellos llaman “viento blanco” con ráfagas de 70-80 km/hr. Tememos por nuestra tienda de altura y además el tiempo dicen que no será bueno y solo nos quedan 2 días para intentar la cumbre. Ese día la comunicación con nuestros compañeros solo es posible a través de los walkies, pues es imposible salir de las tiendas.

            La imagen desde nuestra tienda no es nada alentadora.

Por la tarde viendo que el tiempo no mejora y que el parte no es nada fiable decidimos reunirnos y  pensar que vamos a hacer, si subimos o no. Tras un largo y desesperado debate decidimos aguantar a ver como amanece el siguiente día y dependiendo de éste, así haremos. Durante toda la tarde los ánimos están por los suelos, pues no queremos abandonar pero el tiempo no mejora. Estamos bastante tristes pues debido a las condiciones climáticas vemos que nuestro sueño se va esfumando. Cuando cae la noche las condiciones no mejoran, sigue la fuerte ventisca y la temperatura vuelve a bajar a –15 ºC. Esa noche ninguno de nosotros puede dormir pues el fuerte viento nos lo impide. David y yo nos seguimos preocupando por la tienda que tenemos a 6.000 mt, pues si esta ventisca es tan fuerte aquí no queremos ni pensar lo que esta sucediendo allí arriba. Cuando nos levantamos al siguiente día el tiempo sigue igual. Nos informan que puede que el viernes mejore… nos hundimos psicológicamente pues no podemos esperar al viernes, el domingo tenemos que estar en Mendoza.

 

Al mediodía tras otra larga charla y con los ánimos por los suelos, aun no tenemos claro que vamos a hacer. Nuestro compañero Kuko decide que va a bajar, pues después de dos noches sin dormir no se encuentra bien. David y yo intentemos cumbre o no tenemos que subir a desmontar el campo 3, Así que Menu y Pérez deciden que van a venir con nosotros, subiremos a Berlín y dormiremos allí y dependiendo de cómo amanezca el día intentaremos cumbre. Esperamos a la tarde para ver si el viento amaina y  sobre las cinco el viento se hace más soportable. Subimos a Berlín. Tras dos horas alcanzamos el campo 3. Cuando llegamos lo primero que vemos es nuestra tienda destrozada por el viento, nos reímos por no llorar, ya no nos puede pasar nada peor. Aun así no nos importa pues nuestros compañeros llevan una tienda para tres así que pensamos que los cuatros dormiremos más calentitos; además el viento se ha calmado bastante y pensamos que quizás la mejoría esperada para el viernes se adelante. Después de desmontar nuestra destrozada tienda y recuperar algún vivere y material que se encontraban dentro de ella, nos disponemos a montar e intentar acoplar todo en la otra tienda.

        Estado en que queda nuestra tienda.

 

Nos preparamos una suculenta cena, aun no creemos como pudimos comer tan bien, creo que fue la mejor de todas las cenas en altura, gracias a los alimentos que otros montañeros nos brindaron. Por la noche el viento rugía pero de vez en cuando paraba, creo que todos los que estábamos en ese campamento rezábamos para que Eolo se marchara, pues como nosotros había otros montañeros que tan bien se la habían jugado a una carta y como decía nuestro amigo Pérez, agotaban en ultimo cartucho.

 

 

El día 24 nos levantamos a las 5.30 a.m. pera hidratarnos bastante y desayunar unas insípidas galletas mojadas en leche, vemos que el viento parece mas calmado. Nos disponemos a terminar de vestirnos ya que habíamos dormido con bastante ropa y  a ir calentando las botas dentro del saco, pues están congeladas. Creemos que es mejor salir un poco mas tarde pues contra menos frío haga mejor. Así que a las 7:45 y siendo los últimos en salir, nos disponemos a abandonar la tienda. Cuando salimos no nos lo podemos creer hace un día espléndido, frío pero espléndido y el viento
necesario para refrescarte mientras caminas. Es increíble, estamos muy contentos, pues parece que el Aconcagua nos ha dado una tregua. Llenos de alegría y motivación nos ponemos los crampones y comenzamos la ascensión. Hay bastante nieve dura y  es más cómodo el camino. Durante la ascensión el camino nos brinda unas vistas espectaculares.

          Antes de llegar al Portezuelo. 6.490 mt.

 

El sol empieza a calentar y el día se muestra maravilloso. A las 10:15 llegamos a Independencia situado a 6.400 mts. Nos encontramos bastante bien, comemos algo y tomamos té caliente. Hay bastante nieve, ascendemos por una pala de nieve que nos conduce al “Portezuelo del viento”y contemplamos el Aconcagua que parece cercano, pero las distancias en esta montaña engañan bastante así que no nos confiamos. Entramos en una travesía que nos conduce a la base de la canaleta. Encontramos tramos de pendientes considerables (30º-35º) .Nuestros pasos se hacen cada vez mas lentos debido a la altitud pero continuamos, las paradas son las justas para recuperarnos. Es mejor no parar, el ritmo debe ser continuo sino tu mente puede poder a tu cuerpo y convencerte para abandonar.

 

 

 

Comenzamos ha ascender por la famosa canaleta, la cual se nos presenta en unas condiciones formidables, nieve y hielo duro que nos permite que nuestra ascensión sea mejor de lo que nos esperábamos, pero  más peligroso para aquellos que no tienen mucha experiencia.
La canal se asciende manteniéndote al lado derecho para protegerte de las posibles caídas de piedras. Tras una larga y pendiente canaleta como su nombre indica, la cumbre se muestra cerca, cada vez más cercana para pisar su añorada cumbre.
Esa cumbre que llevamos tanto tiempo soñando y que las condiciones meteorológicas estuvieron a punto de truncar nuestras ilusiones, se encuentra a pocos metros de alcanzarla, esta ya cada vez mas cerca, ahí esperándonos.

       Ascendiendo por la Canaleta. (6.600mts).

 

Tras 2 horas de dura ascensión por la Canaleta, superando pendientes de 40º-45º, podemos ver que la cumbre esta a pocos metros de nosotros. El terreno hace que a esa altura el caminar se torne bastante pesado y la progresión lenta. Las paradas son cortas pero obligadas. Superamos un pequeño y fácil paso de rocas que nos conduce al añorado Filo del Guanaco. Por fin tras 7 horas de dura ascensión hemos logrado nuestro objetivo

 Estamos eufóricos, por fin lo hemos conseguido. Estamos en la cumbre del Aconcagua a 6.962 mts de altura. Nos fundimos en abrazos con nuestros compañeros y otros montañeros que se encuentran en la cumbre. Nos acercamos hacia la cruz de metal que corana su cumbre. Es un momento interminable. Observamos la espectacular pared sur del Aconcagua que se nos muestra enfrente.

 

 

Es maravilloso, la culminación de todo nuestros esfuerzos. Disfrutamos del momento. Contemplamos la maravillosa arista del Guanaco que es impresionante.
El tiempo se para  todos nuestros sentidos, es un momento eterno lleno de alegría. Palpamos la cumbre, saboreamos la ilusión de estar ahí, olemos el ambiente lleno de pureza, oímos el sonido de la cumbre lleno de alegría, de lagrimas y de satisfacción, vemos la increíble cadena montañosa de los andes, apreciamos la curvatura de la tierra, algo espectacular que por fin nuestros ojos después de tanto esfuerzo y de tan largo camino podemos contemplar.
David, Menu, Perez y yo estamos aquí en el techo del continente americano, por fin lo hemos conseguido.

 

 

Cima del Aconcagua (6.962 mts)

 

 

“La belleza de lograr una cumbre, se encuentra en el camino que recorres hasta alcanzarla”

 

Ingrid Medialdea
G.M. El Boquerón