Día 8: Porteo a 5000 pasando por la cuerda fija o como ellos le llaman, el head wall. No se nos da mal, pero a diferencia del año pasado que había escalones tallados en el hielo, éste nos encontramos una pared totalmente lisa de hielo azul de entre 55 y 65 grados de inclinación, y nos retrasó un poco. Aún así en unas tres horas estábamos en el collado, cavamos nuestro agujero pal deposito y a bajar. Bajar nos llevó unos 45 min., no asegurándonos demasiado en las cuerdas fijas y así ir más rápidos. Cenita a la vuelta de unos espaguetis del Mountain House, que están muy ricos, pero una vez, no todas las tardes, y a dormir.
Día 9: éste día pensamos que íbamos a descansar, pero no fue así. De eso se encargó nuestro amigo el ranger Juanito, que nos alistó junto con los chilenos (tampoco había mucha mas gente) para cavar un agujero de unos cuatro metros de profundidad por 2 de ancho, para ser usado como wc., por el resto de las expediciones. Lo mejor vino cuando terminamos de currarnos el boquete y Juanito nos dijo que sobre las 5 quedábamos en su tienda, que nos iba a invitar a hamburguesas. A Hamburguesas????? Y así fue. Jamás nos ha sabido mejor una hamburguesa que ésta (al final cayeron dos para cada). Esa noche afrontamos el frió de otra manera, y si te digo, la vida también ..
Día 10: Hoy nos vamos para el C-5, con un poco de remoloneo ya que hacía un día esplendido. Lo que nos sirvió para no toparnos con el resto de la gente que circulaba por el paso de las cuerdas fijas. Y también para freírnos el cogote. Pasamos las cuerdas fijas con más penuria ya que ahora llevamos mas peso, Recogimos el depósito, nos lo repartimos en las mochilas y continuamos por la west buttress, con un tiempo esplendido que nos permitió disfrutar de la arista como no lo pudimos hacer el año pasado. Pasamos por el dedo, donde también hay cuerdas fijas y sobre las nueve llegamos al frió campo V. Esa noche fue la más fría de todas, ya que el viento estuvo azotando con mucha fuerza y la temperatura cayo a los cuarenta bajo cero.